Cochecito Jané

Misión (casi) imposible

9/14/2025

Cochecito Jane

Misión (casi) imposible

Este proyecto es uno de los más personales de CICLO. Ha sido todo un reto recuperar este cochecito de bebé de los años 60.

El pobre Jané modelo 1250, una belleza de calidad excepcional en su época, estaba en un estado lamentable, sucio, roto oxidado, olvidado...

Pero aun sabiendo que no quedaría perfecto, decidimos mimarlo como se merece e intentar recuperar parte de su esplendor.

Una vez limpio y relimpio, lo desmonté por completo, retiré la tapicería, espuma y madera interior y teñí la tapicería del mismo tono, que quiera que no estaba un poco desteñida en algunas partes por el paso del tiempo. Se llevó manchando varios días, he vivido con las manos azules una temporada... pero quedó fetén.

Lo siguiente fue sacar patrones de las piezas retiradas y coser las nuevas con una tela apropiada al estilo del cochecito. Lo peor, el interior de la capota, fue bastante complicado que volviera a encajar la tela nueva. Le puse un remate nuevo y le añadí las piezas limpias y pintadas de nuevo.

Lo primero fue darle una limpieza con agua a presión, con mucho cuidado para no romper la tapicería original, eso sí. Pero había que lavarlo, imposible hacer nada con él sin dar este paso. Era un riesgo, pero salió bien.

Después, unas horitas al sol para que se secara bien y de paso se desinfectara un poco. Mi abuela siempre decía que el sol desinfecta, así que yo lo puse al sol.

Aun así, pero sólo por si acaso, que lo que dice una abuela es sagrao, lo fregué por dentro y por fuera con una cantidad de lejía ligeramente excesiva. Y nuevamente, la tapicería salió ilesa. Es lo que tienen los materiales buenos.

Así estaba cuando lo encontramos. Y sí, había suciedad para aburrirse...

Tampoco podía faltar la estructura de las ruedas, que por cierto es un diseño genial. Se pliega por completo y el sistema de amortiguación es tan sencillo como eficaz. La pena es que no conservaba la pieza original que mantiene las ruedas unidas al estar abierto, pero lo solucioné añadiéndole un par de tubos desmontables.

Y así quedó: limpito, desinfectado y listo para usar (no para bebés, por favor). A mi gata Lirio le pareció perfecto utilizarlo como cama nada más terminarlo.